La crisis económica que vive España no ha frenado que los chinos, ajenos a la crisis, sigan liderando la apertura de comercios, mientras muchos establecimientos tradicionales se ven obligados a cerrar.
De acuerdo con José Luis García Fuentes, director general de Nielsen para España y Portugal, una compañía dedicada a la medición del sector de la distribución y el comercio, el incremento de estos establecimientos supone ya casi el 60 por ciento del comercio tradicional en Madrid y al menos el 50 por ciento en Barcelona.
De esta forma, los comercios chinos se han hecho fuertes en grandes ciudades españolas, pero en especial en Madrid y Barcelona, indicó García Fuentes, citado hoy por medios españoles digitales.
En Valencia el control del comercio en manos de chinos se acerca al 30 por ciento.
Los chinos comenzaron sus actividades en España con las famosas tiendas de "todo a un euro" pero en la actualidad ya están presentes en otros sectores como el de fruterías, peluquerías, tiendas de moda, bares, restaurantes, etc.
En contraposición con el auge del incremento del comercio chino se encuentra la situación de las pequeñas y medianas empresas (pymes). En los últimos tres años se han cerrado casi 900.000 pymes españolas.
Al mismo tiempo, según la misma fuente, en España se cierran diariamente 100 tiendas, una crisis que ha dañado profundamente al sector comercial español, indicó el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).
Por último, en Madrid, el polígono Cobo Calleja, en el distrito de Fuenlabrada, es uno de los mayores centros de distribución de productos asiáticos de toda Europa, con al menos 370 empresas mayoristas chinas.
23-01-2012 Xinhua
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